La calefacción por suelo radiante cada vez tiene más adeptos. Nos permite calentar o enfriar la casa sin echar mano de calefactores o aparatos climatizadores que quedan a la vista y ocupan espacio.
Este tipo de sistema de climatización se instala por debajo del suelo del inmueble. Consta de un sistema de tuberías plásticas que se sitúan debajo del suelo. Por esas tuberías circula agua caliente o fría, en función de si queremos calentar la casa o enfriar.
Estas tuberías no están a la vista. Encima de ellas se instala el suelo, ya sea de baldosa, tarima flotante, parqué. De este modo, no quedan visibles, pudiendo aprovechar todo el espacio de la habitación. No hay aparatos de calefacción que ocupen espacio o que haya que guardar cuando se va el frío.
Cuando llega el frío buscamos el confort y calidez de la calefacción. Si nos gusta ir descalzos por la casa, la frialdad del suelo, nos hace sentir los pies fríos y nos cuesta entrar en calor. Con la calefacción por suelo radiante, la sensación de confort es de pies a cabeza, el aire del pavimento es más cálido que el aire cercano al techo y nos mantiene cálidos.
Además de sentir esa sensación de confort de pies a cabeza, este sistema de climatización es muy eficiente. Apenas genera gasto de energía, comparado con los altos costes de otros sistemas. Por lo general, este sistema de calefacción por suelo radiante consume hasta un 20% menos que otros sistemas más convencionales como las estufas eléctricas.
Como os comentamos, a excepción de el espacio que ocupan los colectores hidráulicos (más o menos como un cuadro de luces), la calefacción por suelo radiante no resta espacio en las habitaciones. No tendremos que reservar un lugar para los anti estéticos calefactores.
El calor se reparte de forma uniforme por toda la casa. De este modo podemos estar en cualquier zona sin pasar frío. En otros sistemas, notamos la sensación de calidez en los lugares próximos a las fuentes de calor, pero cuando nos alejamos de ellas, tenemos sensación de frío, con el suelo radiante esto no sucede.
Es un sistema respetuoso con el medio ambiente. Es energía limpia, que no genera contaminación ni gasto energético considerable. Para su funcionamiento usa fuentes de energía renovable como la aerotermia, geotermia o energía solar térmica.
Es un sistema respetuoso con la salud de las personas alérgicas. Los otros sistemas de calefacción generan corrientes de aire, que mueven el polvo y los microorganismos que hay en él, como los ácaros. Además su índice de humedad es mayor y se beneficia la proliferación de estos ácaros, muy perjudiciales para las personas que sufren alergias o problemas respiratorios. Con el suelo radiante no hay problemas de condensación de humedad ni de polvo. Además como el suelo está cálido, nos ahorramos colocar alfombras, que son grandes nidos de ácaros y grandes enemigas de las personas alérgicas.
El coste de la instalación y los conocimientos técnicos para realizar esta instalación hace que no sea un sistema accesible para todos los presupuestos. Su precio es mayor y hemos de contactar con profesionales formados para llevar a cabo su instalación. Es importante contactar con varias empresas para poder comparar presupuestos. Eso sí, una vez instalado el gasto de consumo es muy pequeño, como os hemos comentado.
Es un sistema que tarda algún tiempo desde que se enciende en calentar o enfriar la casa. Por ello, es conveniente mantener siempre el sistema en funcionamiento, ya que así la sensación de climatización es continua.
Antes de elegir un sistema de climatización es importante contactar con expertos que nos aconsejen sobre cuál es el más eficiente para nuestra vivienda y nuestras necesidades. Según sea el gasto que le demos, será mejor una opción u otra.
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